Integrado en plena naturaleza nos encontramos con La Granja de Briz un paradisiaco lugar que cuenta con divertidos juegos infantiles.
Cuenta con una zona de aventura, con lagos, toboganes y juegos integrados en la naturaleza, la laguna natural y la artificial y la ladera de los sentidos.
Un auditorio al aire libre con un escenario un tanto peculiar y graderío que resulta muy cómodo para disfrutar de conciertos y espectáculos. Todo ello sobre una superficie de 23.690 metros cuadrados.
Sin duda un interesante lugar de recreo, ocio y esparcimiento.
La Finca consta de tres casas, la primera y “chalet principal”, la casa “bodega” y la tercera y última en ubicación denominada casa de los “caseros”; está rodeada por una muralla (que aún se conserva y que fue construida en la misma época que la casa más antigua, conocida como “casa bodega”) y en su interior podemos encontrarnos con infinidad de árboles frutales, especies autóctonas y viñas, así como un pequeño lago.
Un poco de Historia.
Esta finca era la antigua Granja de la Costa de los monjes de Osera que tras la Desamortización fue comprada por D. Roberto Munaiz en 1838.
La familia Munaiz levanta en el solar una vivienda que se conocería con el denominación de "Villa Paula", nombre, este, que compartían tanto a la mujer del propietario como una nieta.
En 1942 una descendiente, Dna. Ana M ª Saraiva Munaiz, casada con D. Marcelino Briz, decide edificar un chalé en la finca, que se convertirá en su residencia de verano, y que será siempre recordada por sus bailes nocturnos de sociedad, con la asistencia de destacadas personalidades de la época: militares, políticos, empresarios, y amistades de la familia.
En octubre del año 1999 la finca pasa la titularidad municipal al ser adquirida a los hermanos Briz Saraiva por 150 millones de pesetas. Desde aquella recibió por parte del Ayuntamiento la denominación de Finca de Briz, perdiéndose así al vínculo que con el apellido Munaiz había mantenido a lo largo de tantos años.